domingo, 9 de junio de 2013

EL ÚNICO PRECURSOR DE LA TOLERANCIA


"El amor, esa emoción coherente que nos permite disfrutar incluso el detalle mas pequeño de la persona amada"... Ayer por la tarde mientras paseaba en compañía de mi novia y un hermoso pequeñín por el malecón de la bella ciudad en donde vivo, fuimos testigos de una escena bastante bochornosa: Una mujer abofeteo a un niño de cuatro o cinco años y le infirió uno que otro insulto de esos que la mayoría conocemos, exigiéndole que parara de llorar y dejara de pelear con su hermanita; acto seguido el jovencito que nos acompañaba  se detuvo y con gran consternación en su rostro me pregunto ¿Porque le pego a su hijo la señora? A lo que respondí con una explicación que me pude sacar de la manga y que creo dejo satisfecho al pequeñín, sin embargo, creo que no existe justificación alguna para deslindar nuestras frustraciones sobre aquellos que no se pueden defender... He llegado al convencimiento de que la capacidad de dialogar puede ser una fuente incesante de sabiduría que nos permite comprendernos los unos a los otros; de hecho, el poder de la palabra positiva y el sentido humanitario pueden desatar los nudos emocionales, disipan las suspicacias, abren las puertas de la mente, pueden solucionar conflictos, engrandecer a las personas que los practican como una herramienta emocional y funge ademas como vinculo de unidad entre los seres humanos... 

En la vida diaria es normal experimentar desacuerdos con nuestros semejantes, incluso con aquellas personas a las que amamos; regularmente estos incidentes obedecen a la falta de comunicación entre ellos (as) y nosotros, debemos admitir que el dialogo esta lejos de ser una discusión o un debate de ideas, es mas bien la búsqueda del bienestar común entre dos o mas personas, porque ayuda a la mutua comprensión y tolerancia... El poder de las palabras en el dialogo dan consciencia a quien lo practica acerca de las necesidades de la interacción en cada uno de los diferentes ambientes sociales; todos tenemos algo bueno y positivo para compartir de nuestra experiencia y seguramente deseamos recibir algo bueno también... Cuando aparece la tensión, humildemente debemos evitar el querer imponer nuestras ideas a los demás, es imperativo aprender a callar en el momento oportuno, evitar la violencia y permitir que los demás expresen su opinión por completo; si logramos hacer esto, entonces habremos comprendido que ningún ser humano tiene la verdad total y que todo error o circunstancia tiene un sentido positivo en nuestra existencia... Aceptar que es de humanos el equivocarse, nos permite escuchar sin prejuicios, con amor y con benevolencia las opiniones ajenas; esta es una habilidad emocional inspiradora de la tolerancia y esta fundamentada en el amor...

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