Así como una planta brota de su semilla y no podría ser de otra manera, así cada acción de un hombre o mujer brota de las semillas invisibles de su pensamiento y su sentir... Este concepto es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” así como a los “no premeditados" y también a aquellos que son "deliberadamente ejecutados", las acciones son brotes del pensamiento, así como las emociones de amor y sufrimiento son sus frutos; de tal manera que el ser humano siempre cosecha los frutos dulces y amargos que el o ella siembra... Todo aquello que se da, se recibe en la misma o mayor medida, así que no hay cabida para la queja y si para el agradecimiento...
Para los que obran en favor del éxito ha llegado el momento de la acción positiva, de modo que, si creemos que ya hemos llegado al techo de nuestros esfuerzos por mejorar, es momento de subir a la azotea para contemplar el mundo de posibilidades que continúan a nuestra disposición, es momento de reconocer que cuando hemos estado en el fondo de la confusión emocional ha habido quienes se quedaron a apoyarnos y a observar como encontramos la manera de salir adelante a pesar de las circunstancias en la vida, esos seres maravillosos están presentes en toda oportunidad; podemos identificarlos como nuestra máxima inspiración y si ya se cuenta con ese apoyo, justo es que les brindemos nuestro total agradecimiento...
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