miércoles, 10 de julio de 2013

LA JUSTA MEDIDA EN EL CARACTER

Los problemas desagradables o inesperados, no son los únicos asuntos en la vida que requieren de mantener un control emocional; también podemos colocarnos en posiciones muy incomodas cuando andamos muy ufanos por la vida presumiendo, debido a nuestros logros personales o al haber alcanzado algunos éxitos materiales... Estas actitudes pueden desviar nuestro habitual comportamiento y transformarnos en soberbios personajes con los cuales algunos de nuestros seres mas queridos no desean convivir y que digamos de los amigos o compañeros de trabajo... Seguramente habrá quien este en contra de este concepto y ¡exclame! su inconformidad con molestia, ya que estas ideas derriban parte de la teoría que algunos individuos tienen con respecto a pensar positivamente de uno mismo, sin embargo, yo creo que nada puede estar mas lejos de la realidad, que tratar de sobrevalorar nuestra personalidad... En todos los ambientes sociales podemos ver como los diferentes tipos de virus emocionales impactan en el desarrollo de las relaciones interpersonales... Hacer de nosotros individuos con baja autoestima puede ser tan funesto para nuestras relaciones familiares, de trabajo o sentimentales, como el colocarnos en un pedestal al que no pertenece alguien que trata de formar su vida con un carácter mesurado... 

Debemos recordar que no hay mal que dure cien años, ni tampoco éxito que lo secunde, por lo tanto, valorar nuestra personalidad en la medida de lo justo puede abrirnos las puertas a una convivencia mas sana con nuestros semejantes, así como una menor cantidad de frustraciones que pudieran ser el resultado de vernos aventajados por los demás en algún momento del camino... Hagamos de este día, lo que debe ser en nuestro propio concepto, valoremos y aceptemos tanto nuestras habilidades como nuestros defectos, por que de verdad vale la pena caminar con pasos seguros y en compañía de la gente que realmente nos aprecia por lo que representamos para ellos y ellas... Basar nuestra felicidad en la consecución de logros físicos, intelectuales o materiales, es un estimulo pasajero y fugaz, como nuestra humanidad, no así la satisfacción emocional que genera el sentirse amado y acompañado por la gente que verdaderamente nos interesa conservar junto a nosotros... Hagamos un esfuerzo constante y sostenido el día de hoy por mantenernos en la justa medida de nuestra propia personalidad, seamos felices, alegres y participes de la libertad que nos otorga el ser uno mismo todo el tiempo, sin tratar de agradar todo el tiempo a los demás... Alcancemos todo lo que deseamos alcanzar y una vez que lo hayamos hecho, reemprendemos nuevamente con humildad el camino rumbo a nuestra siguiente meta...

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