domingo, 8 de septiembre de 2013

ROMPER LA CADENA DE UNA HERENCIA EQUIVOCADA

Cuando se habla de herencia familiar seguramente es inevitable pensar en lo material, pero en lo que al carácter se refiere deberíamos de interesarnos mas en los patrones de conducta que adoptamos de generación en generación, algunas personas ni siquiera se dan cuenta que están repitiendo el mismo estilo de vida de su padre o de su madre en su propia casa, se quejan a cada rato de la economía, de lo que creen que debería ser su vida, si la gente hiciera lo correcto y algunos (as) llegan al grado de relacionarse con personas similares a aquellas que tanto detestaban cuando niños (as) viendo a su padre o a su madre sufrir por el maltrato, la infidelidad o la indiferencia... Estos patrones de conducta repetitivos forman padres y madres que hacen a sus hijos invisibles nuevamente, es decir, no quieren verlos cuando hacen las cosas típicas de un niño o una niña como jugar escandalosamente, llorar, reír o hacer berrinche, prefieren fugarse alegando que por su juventud y por que han trabajado mucho durante la semana merecen divertirse... Este comportamiento es característico de aquellos y aquellas que viven egocéntricamente imitando en la inconsciencia lo que vivieron en casa durante su infancia y que se prometieron a si mismos (as) que jamás se repetiría mientras vivieran... 

Los rompimientos entre las parejas, los divorcios, el maltrato entre la familia e incluso en algunos casos las adicciones, pueden ser patrones de conducta aprehendidos en el hogar a temprana edad; es importante detectar este tipo de conductas y corregirlas a tiempo, para así evitar mayores complicaciones emocionales en cada uno de nosotros... Se puede observar que mujeres y hombres hacen hasta el mismo tipo de viajes y compras que los hermanos (as) con el afán de igualar el aparente éxito que ven en ellos y ellas, prestan una atención casi infantil a los consejos de aquellos y aquellas que no pueden ni siquiera manejar su propia vida y lo único que se logra tratando de vivir el estilo de vida de cualquier otra persona, es la despersonalización total o parcial de quien se comporta como el imitador... Todos tenemos derecho a admirar la vida de quienes han sido nuestro ejemplo, pero no por ello debemos ser iguales, cada ser humano merece la oportunidad de romper con la cadena de conducta equivocada que nos liga al desastre personal o familiar y esa es una decisión a tomar por uno de los eslabones de la cadena de herencia emocional, es imperativo que vivamos como individuos, como pareja, como esposo (a) y como ciudadano (a) de un mundo que necesita de seres responsables de si mismos, tolerantes, amorosos, comprensivos y que sean ejemplo de rectitud e integridad en su familia...

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