El deseo estimula la importancia del desarrollo del carácter, pero en la vida las cosas no suceden por deseo, se generan con inversiones, inversiones de tiempo dinero y esfuerzo, y para quienes practicamos principios espirituales, un carácter bien civilizado tiene la posibilidad de ajustarse a los diferentes ambientes sociales y las circunstancias sin perder la integridad y la libertad que le corresponden por derecho...
La autoeducación es una inversión personalísima y en realidad no existe una gran diferencia entre quien no sabe leer y quien no quiere leer; es la convicción personal de que siempre se puede lograr mas en la vida, porque siempre se puede ser mas como individuo y como sociedad lo que genera el verdadero crecimiento... La disciplina de mejorar la economía personal debería estar ligada a la sofisticación del carácter, pues la responsabilidad de entregar más valor a la vida de nuestros semejantes hace del éxito una realización progresiva para un propósito digno...
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