Existe la posibilidad de que nos estemos fallando a nosotros mismos, qué tal vez estemos durmiendo en nuestros laureles con una espera pasiva, en vez de una paciencia activa y las preguntas por hacer pueden ser estas; esta usted esperando a que alguien más venga y le motive a ser una mejor versión de usted mismo (a)? Y que va a pasar si esa persona no llega? que va a suceder con el futuro inmediato después de esta contingencia? Se está usted ejercitando en casa? Está cuidando su estilo de comer? Se esta usted auto educando en casa? La calidad de la vida se basa en la calidad de lo que le entregamos, las respuestas que demos a estas preguntas y lo que hagamos en base a nuestras respuestas, expresan mucho mejor la personalidad que hemos desarrollado hasta hoy; así es que en términos prácticos, la ética del ser, es más importante que la ética del solamente parecer...
Sean cuales sean las circunstancias en este momento, las consecuencias de nuestra obstinación o nuestra proactiva resiliencia han de presentar sus recompensas cuando se nos de la oportunidad de volver a las actividades económicamente productivas; ahora mismo tenemos frente a nosotros una hoja en blanco para reescribir nuestra propia historia; debemos admitir que tarde o temprano era inevitable que nos enfrentáramos a la verdad sobre nuestro carácter; ahora es necesario deshacerse de las viejas y profundamente arraigadas ideas que bloquean la actitud; hoy podemos muy bien considerar la adversidad como una oportunidad que la vida nos ha traído para cultivar los valores que nacen de la humildad y no de la soberbia creencia de que ya teníamos todo arreglado y seguro; lo mejor de la vida esta por venir...
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