jueves, 30 de abril de 2020

LA EXCELENCIA NO ES UN ACTO, ES UN HÁBITO QUE EMPIEZA EN CASA

La base del crecimiento personal es la disciplina y a cada esfuerzo disciplinado le corresponden recompensas múltiples; de hecho, el valor mas elevado de las metas yace en lo que cada una de ellas nos representa en crecimiento y desarrollo personal; en el desempeño de la profesión que se haya escogido, no se trata de que se está ganando y cuanto? Y si en quien se está uno convirtiendo mientras da lo mejor de sí mismo (a) en sus actividades; es imperativo escoger retos que nos obliguen a leer, a estudiar, a invertir tiempo, dinero y esfuerzos disciplinados que nos hagan crecer y desarrollarnos... Nuestras expectativas se han de convertir en profesías auto cumplidas para cada uno de nosotros; en estos momentos particularmente es evidente que para los seres humanos este no es nuestro primer gran desafío y tampoco será nuestra última victoria...


La capacitación constante nos mantiene fuera de la zona de confort y nos puede ayudar a comprender que todo es duplicable en el liderazgo y me refiero a los hábitos, pensamientos, emociones, actitudes y hasta la complexión física; pero como somos libres de hacer lo que mejor nos parece, también se puede planear el propio fracaso; evitemos más de lo mismo; iniciar un buen programa de ejercicios o educativo puede empezar con muy poco esfuerzo, pero tiene uno que dar el primer paso; saber que se puede hacer algo para mejorar y no hacerlo es como no saber; la ignorancia no es un estado de vacío, es un estado de llenura... El desarrollo personal es algo que no se puede simular, es una virtud evidente; el cuerpo la mente y las emociones cambian con cada ciclo de hábitos, estás facultades humanas se rigen por fundamentos muy antiguos, como la filosofía, la actitud, la acción y la responsabilidad personal ante los propios resultados, principios que pueden construir o destruir el destino personal...

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