Los hábitos generan resultados a largo plazo y los hábitos se forman con la repetición de acciones que están o no en nuestros planes y sin necesidad de pensarlo mucho, sin embargo, los seres humanos racionalizamos metas que limitan las acciones a largo plazo; por ejemplo: después de haber logrado bajar de peso hasta las medidas deseadas, incluso hasta formar cuadritos en el abdomen, nos tomamos algunas fotos y las subimos a las redes sociales para presumir estos logros, de pronto, después de unas semanas vuelve uno hasta el peso y las lonjitas donde empezó? Nos miramos al espejo llenos de desilusión, coraje y pereza y nos hacemos la promesa de que en próximas fechas lo haremos de nuevo, sin embargo, nada nos convence de empezar una vez más, la pereza nos anima a olvidarlo y la gula nos convence de comer un poco más de todo eso que nos gusta...
Es importante admitir que las metas por si solas no garantizan el éxito, porque en la vida real nada dura más allá de la ultima vez que lo hiciste y así son las metas, son soluciones provisionales y no importa cuanto tiempo y esfuerzo nos haya costado conseguir algo, si no vamos más allá, regresaremos al punto de partida; claro está que las metas como escalones funcionan; ir de meta en meta hasta crear una manera de hacer las cosas se puede convertir en una buena actitud, en un patrón de conducta; cuando se persiste en las buenas disciplinas, cuando se aprende a obligarse a uno mismo a hacer las cosas necesarias y convenientes, aún a pesar de la pereza en forma de procrastinación o el miedo a no conseguirlo en nuestros propios términos, el desarrollo personal tiende convertirse en un método cotidiano para nosotros, en una filosofía de vida; la auto disciplina construye la reputación de las personas con estilos de vida saludables...
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