La fidelidad o la lealtad a una persona o a una institución, cambian su semántica cuando nos enfocamos en observar específicamente los motivos, acciones y consecuencias que le tocan afrontar a la persona que falla en estas dos facultades emocionales, a diferencia de cuando las vemos desde el punto de vista de la institución o personalidad que se dice ofendida por estas acciones... Yo creo que el hombre o la mujer que en sus propios términos no tiene la capacidad de mantenerse fiel y leal a un estilo de vida que le proporcione bien-estar a si mismo (a) y a los suyos, realmente esta desobedeciendo únicamente a los principios éticos y morales que el o ella misma argumenta que dirigen y gobiernan su propia vida... ¿Pero como puede alguien ser fiel a si mismo (a) o a alguien mas, cuando realmente no posee un estilo de vida que le sustente como individuo?
Aquellos que por las circunstancias hemos tenido que cambiar juicios y actitudes en nuestra existencia para adoptar un estilo de vida que promueve la utilidad a si mismo (a) y a los demás, sabemos lo importante que es el respeto a nuestra pareja, a la familia y a cualquier otra institución creada por el hombre, así como también procuramos mantenernos fieles y apegados a principios emocionales que con cada acción que llevamos a la practica nos permiten disfrutar de paz espiritual y por ende de la felicidad que otorga el saberse un individuo integro... Para creer en algo, en alguien y en si mismo, es imperativo ser fiel, por que en la fidelidad a la pareja, a la familia y a los principios emocionales que dirigen nuestra propia vida, radica la tranquilidad que nos proporciona el ser capaces de comportarnos de acuerdo a nuestras propias creencias sin necesidad de alguna influencias externa, eso nos hace hombres y mujeres de un carácter admirable que provoca al ejemplo en nuestros círculos de influencia...
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