miércoles, 19 de septiembre de 2012

LIBERARNOS DEL MIEDO ES UNA TAREA PARA TODA LA VIDA

El miedo es sin duda un obstáculo para la razón y para el amor; y por supuesto invariablemente instiga a la ira, la vanagloria y la agresión... Sirve de base a la culpa sensiblera y a la depresión paralizadora... Aunque es justo admitir que esta es una observación muy seria y quizá demasiado general del temor como emoción inherente al genero humano; se ha descubierto a través de la experiencia y la observación que a pesar de su acostumbrada destructividad, el miedo puede ser el punto de partida hacia mejores cosas en la vida... El miedo puede ser un escalón hacia la prudencia y el digno respeto para con los demás, puede enseñarnos tanto la senda hacia la justicia como hacia el abuso... Por lo tanto, cuanto más justicia y respeto tengamos hacia nosotros y nuestros semejantes, más pronto llegaremos a encontrar el amor que tolera el dolor de un ego lastimado y no obstante, se da sin reservas... Así que el temor no tiene que ser siempre destructivo, porque las lecciones de sus consecuencias nos pueden conducir a valores positivos... El lograr liberarse del miedo es una tarea para toda la vida, una tarea que nunca podremos terminar por completo... 

Al vernos asediados por las preocupaciones, seriamente enfermos, o en otras circunstancias de gran inseguridad, todos nosotros reaccionamos a esta emoción, de diferentes maneras, según sea el caso... Solamente el vanidoso (a) pretende estar totalmente libre del temor; aunque realmente su presunción tiene sus raíces en los temores que pretende haber olvidado temporalmente...  Nuestra tarea de superar el miedo tiene dos aspectos importantes, que son: Trataremos de lograr liberamos del miedo tanto como nos sea posible, por medio de unos procedimientos simples de practicar, no por eso sencillos, después, tendremos necesariamente que buscar el valor y la gracia para enfrentarnos de una forma constructiva con los temores que nos queden... El intentar comprender nuestros temores y los temores de los demás, no es sino la primera tarea como parte de nuestra practica de "inteligencia emocional". La cuestión más importante es averiguar cómo y a dónde vamos desde aquí, por que los temores aunque tienen similitudes unos con otros, cada individuo hombre o mujer los manifiesta de manera diferente y con sus propias características de intensidad y duración... Luego entonces un minucioso inventario moral de nuestros haberes y deberes del pasado y el presente es imprescindible para enfrentarlos con conocimiento y mejorar nuestra actitud en los asuntos del miedo...

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