miércoles, 25 de abril de 2012

INVENTARIO PERSONAL

Durante una mañana de trabajo mientras disfrutaba de un buen desayuno en la cocina de una sala para conferencias y ventas, me percate de que se estaba llevando acabo una discusión entre una mujer madura y una joven de diecinueve años, la discusión giraba en torno a la programación que cada quien quería ver en la televisión ubicada en esa cocina, en algún momento de la discusión ya acalorada una de ellas se levanto del asiento y llena de ira grito, muy bien...! pues vean lo que quieran, a mi esto no me gusta... se dirigió a la televisión, la apago y salió furiosa de la sala balbuceando que eran niñerías lo que la muchacha le estaba haciendo a ella. Con ese escenario me traslade a mi niñez; cuando algo no me gustaba del juego de canicas, y si todas eran mías, recogía mis canicas y abandonaba el juego lleno de ira y resentimiento, llevandomelas todas y dejando a todos los demás sin jugar. Eso si era un acto de mal juicio... Y quien mas lo lamentaba después de un rato era yo, debido a que un sentimiento de culpa se apoderaba de mi, acompañado de un miedo terrible a ser juzgado por mi comportamiento, en ese carrusel infantil de emociones era yo asaltado por el soberbio pensamiento de que yo tenia la razón, por haber sido tratado equivocadamente. Hoy es diferente...! Me pregunto, que necesidad hay de alterarnos emocionalmente así y de pasar por esos momentos tan bochornosos? Obviamente ninguna de las dos mujeres reconoció sus actitudes, tal y como me sucedía a mi, cuando niño. Un amplio porcentaje de las enfermedades del ser humano vienen del campo de la inconciencia emocional. Ciertas emociones y experiencias de la vida pueden contribuir al desarrollo de enfermedades graves, así opinan algunos médicos. Un infarto al miocardio, las gastritis, ciertas afecciones dermatológicas, ataques de pánico, depresión y la hipertensión arterial, son algunas de ellas. El cuerpo se expresa, y lo que no se dice con la voz se dice con el síntoma. En este sentido, muchas enfermedades se relacionan con el estrés que es la alteración física o psíquica de un individuo por exigir a su cuerpo y mente un rendimiento superior al normal...

Un gran número de cuadros enfermizos tienen como antecedente cierta carga emotiva. Así lo expresan quienes han padecido afecciones cardiacas, y lo mismo ocurre cuando se le pregunta a quien padece las gastritis y las enfermedades del aparato digestivo, que por cierto la clínica médica ya considera como psicosomáticas. Algunos médicos confirman que también integran esta categoría, el colon irritable, las alergias, ciertas enfermedades de la piel, la hipertensión arterial, la migraña de causa psíquica o jaqueca y otras... El equilibrio mente, cuerpo y emociones es uno de los factores más importantes para crear inmunidad en nuestra vida. Para lograr esta armonía, no solamente necesitamos ejercitarnos, pensar bien, dormir bien, alimentarnos bien y serenar la mente, sino también integrar adecuadamente, nuestras experiencias afectivas y reconocer nuestras emociones, para "poder prevenir" actitudes inadecuadas, "UN INVENTARIO DIARIO, HONESTO Y PERSONAL" puede permitirnos ver cual de nuestras actitudes emocionales es mas recurrente en nosotros, y que puede ser la que mas dificultades nos provoca en nuestro diario vivir. Así que en el campo de la inteligencia emocional puede ser una de nuestras mejores "herramientas emocionales" el detener la acción que estemos a punto de llevar a acabo, reflexionar acerca de nuestros motivos para esa acción, "validarlos o no" y corregir nuestra actitud para vivir felices, alegres y libres...!

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