EL PENSAMIENTO, ORIGEN DE NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS

El pensamiento atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y también aquello que teme... Si así lo desea, alcanza la cúspide de sus más preciadas aspiraciones y también cae al nivel de los más bajos instintos del ser humano que lo genera; las circunstancias son los medios por los que el ser humano recibe todo lo que le pertenece... Cada semilla de pensamiento sembrado en la mente se reproduce a sí misma, floreciendo tarde o temprano en acciones y emociones, produciendo sus propios frutos de oportunidad y circunstancias; buenos pensamientos producen buenos frutos, pensamientos equivocados frutos no deseados... El entorno de las circunstancias toma forma en el mundo interno de los pensamientos, y todas las condiciones externas, agradables y desagradables, son factores que finalmente existen para el bien del individuo, el hombre o la mujer debe aprender tanto en el dolor como en la alegría...

 Las leyes del crecimiento y adaptación se cumplen en todo tiempo y lugar... Los seres humanos no llegamos a nuestras circunstancias por la tiranía del destino, sino por el conjunto de pensamientos que cultivamos en nuestra mente... No llegamos al sufrimiento por fuerzas meramente externas; pensamientos equivocados han sido secretamente albergados en la mente y las emociones encuentran la oportunidad para revelar su poder acumulado... Las circunstancias no nos definen como individuos, pero si revelan nuestro carácter ante la vida... Por lo tanto, como amo y señor del pensamiento, cada individuo es el hacedor de sí mismo, el formador y autor de su entorno. Aún en el nacimiento, la mente se revela a través de los instintos emocionales y a cada paso de su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la revelan, que son el reflejo de su propia pureza o impureza, su fortaleza y debilidad, así que cultivemos nuestros pensamientos conscientemente para disfrutar de la vida, emocionalmente...!