jueves, 26 de julio de 2012

LA MASCARA QUE USAMOS

Los dichos populares, "aunque la mona se vista de seda, mona se queda" o "no importa la cubierta de chocolate, cuando lo sabroso es el relleno", pueden muy bien aplicarse en un sentido figurado a la personalidad de los hombres y mujeres que intentan aparentar algo diferente a lo que son emocionalmente en realidad, pretenden intimidar con un ceño fruncido o un ataque de gritos esperando que se les respete o se les tema por ello, cuando en su fuero interno se sienten solos (as) o sufren por el miedo a que se descubra su verdadera identidad, otros van por la vida con las alhajas puestas y el molcajete colgado exigiendo ser notados (as) debido a la baja autoestima... Están también aquellos y aquellas que creen que manipulado adquieren mas jerarquía y notoriedad; la realidad en personalidades como las descritas aqui es que tienen muy poco para dar en el interior, por eso muestran su exterior como la única faceta de su vida... Los hombres y las mujeres somos mucho mas que aquello que aparentamos ser, dentro de nosotros yace un mundo de posibilidades, de amor y de esperanza sin limites, sin embargo muchos no lo creen así, por eso muestran el cobre a la primera oportunidad e ignoran el tesoro de sus conocimientos, sus habilidades emocionales y su poder... Es de vital importancia conocerse a si mismo para encontrar lo verdaderamente valioso en nuestro interior. Cuanto mas sabemos de nuestras habilidades y debilidades, es mas fácil aceptarlas, es así que la humildad hace de cada uno de nosotros individuos reales, de un carácter claro y natural, por lo tanto no es necesario vestir mascaras que solamente engañan a quien las viste. Seamos honestos con nosotros mismos, con los demás y con la vida, seamos únicos e incomparables, marquemos la diferencia.

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