viernes, 27 de julio de 2012

LA CRITICA, PROPIA Y AJENA

Yo creo que es prácticamente imposible que un ser humano se mantenga al margen de emitir una critica a cualquier acción, rasgo físico o emocional que observa en los demás... Y si esto es cierto, entonces por que experimentamos ese temor enfermizo a ser criticados? si la critica es algo que no podemos evitar en los demás... Todos tienen derecho a tener una opinión de mi, tienen derecho a aprobarme o desaprobarme... Claro que a mi me gusta la aprobación, me fascina la aprobación, pero no la necesito para ser feliz, alegre y libre... Esto se debe a que las actitudes ajenas están fuera de nuestro control; quizá este es un buen momento para recordar que no puedo hacer nada acerca de las opiniones y actitudes de otros, pero si puedo hacer algo por lo que yo pienso, siento y hago en mi vida y esa es mi decisión... Es un contrasentido reaccionar con ira cuando hicimos algo de lo cual no estamos seguros que haya sido lo correcto?. Especialmente por que las acciones fueron nuestras... Porque aislarnos y dibujar en nuestro rostro un semblante de pocos amigos, para que nadie se atreva a preguntarnos, como te fue?, que te paso?, por que hiciste esto o aquello?... Quizá queremos evitar que se nos jusgue por nuestras acciones, tal vez tenemos miedo de haber equivocado nuestro juicio al tomar una decisión o simplemente nos atemorizan las posibles consecuencias de lo que hicimos o dijimos y queremos evadir la realidad... Es un hecho de la vida, que estos pensamientos están directamente relacionados con la amenaza inminente que percibimos hacia nosotros, gracias al "ego"; este es uno de nuestros instintos naturales tratando de defender nuestra integridad moral y física, pero cuando este instinto se descoyunta y comienza a afectar nuestras habilidades de comunicación intrapersonal e interpersonal, es necesario hacer un alto en el camino y llevar a acabo una revisión de nuestros motivos en la vida si queremos relacionarnos adecuadamente con nuestros semejantes, inmediatamente después, resarcir los daños que hayamos causado con nuestras actitudes... Si nuestras reparaciones son aceptadas o no, como esperábamos, de cualquier manera debemos seguir adelante, con el firme propósito de no cometer los mismos errores esperando resultados diferentes... Si hacemos de esta "herramienta emocional" un habito en nuestro estilo de vida, entonces podremos disfrutar de una existencia sin temor a la critica, porque habremos aprendido una lección de humildad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario...!