Una de las limitaciones mas recurrentes para el desarrollo personal es el temor, temor a perder lo que se tiene o a no lograr lo que se quiere... El temor es una hebra maligna y corrosiva que se entreteje en nuestras vidas, obstaculizando nuestra visión y limitando nuestro campo de acciones, algunos seres humanos espoleados por la imaginación son obligados a experimentar una tendencia neurótica a maximizar el miedo hasta el grado de enfermarse en estrés, sin embargo, el miedo ha sido utilizado a lo largo de la historia de la humanidad como un instrumento de progreso para evitar las cosas en la vida que no podemos manejar; como el niño que al quemar su dedo con el fuego, aprende que el fuego no se puede tocar con la mano desnuda, lo que ha dado origen a aprender como acercarse a esa fuente de energía sin quemarse...
En la edad adulta es imperativo aprender a enfrentar las circunstancias en la vida aun a pesar del miedo, de hecho, mientras mas cerca estemos de aquello que nos atemoriza, mientras mas conocimiento tengamos acerca de nuestros miedos y las causas que los motivan, mientras mas dispuestos estemos a enfrentar eso que nos nos da miedo, mas seguros y tranquilos estaremos; ya que la mayoría de nuestros temores existen solamente en nuestro pensamiento, son producto de nuestras propias creencias, creencias que fueron sembradas en nosotros cuando niños o incluso ahora como adultos, pero somos nosotros quienes las hemos cultivado en nuestro pensamiento, en realidad son cortinas de humo que se extienden para tratar de limitar nuestra visión acerca de la verdadera felicidad, alegría y libertad que todos merecemos y que podemos disfrutar...
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