INTEGRIDAD Y ACTITUD POSITIVA

Una actitud positiva, natural y saludable es el resultado de la meditación, el ejercicio físico y la práctica constante de las habilidades emocionales con las que hayamos sido dotados o aquellas que hemos ido adquiriendo con las experiencias propias y ajenas... Es una realidad de la vida que nuestras circunstancias entran en concordancia con nuestras metas cuando las acciones que aplicamos para conseguirlas están ligadas a nuestros motivos emocionales mas íntimos... También es un hecho que el ser humano se aparta cada ves mas de aquello que ha marcado como sus objetivos en la vida cuando no entiende que desear, pedir o pensar positivo no funciona sin acciones concretas y que todo lo que se quiere, se obtiene unicamente como un resultado de la actitud que se adquiere al practicar los valores morales que rigen nuestro estilo de vida, por que al quebrantar la moralidad personal se debilita el carácter y por ende nuestros resultados...

Debemos aceptar que nuestros deseos y plegarias sólo son atendidas y gratificadas cuando se armonizan con el bien-estar de nuestros semejantes y el propio... A la luz de esta verdad ¿cuál es entonces el sentido de pelear contra las circunstancias? Si de cualquier forma, a eso que uno se resiste persiste; la respuesta parece estar en que algunos seres humanos están continuamente luchando por la vida como dicen algunos individuos, cuando se refieren a su realidad exterior, mientras al mismo tiempo están nutriendo sin consciencia a su mente con pensamientos de una soberbia infidelidad y deshonestidad para consigo mismos, preservando así la causa de sus circunstancias con su manera de pensar y de sentir... Este comportamiento puede tomar la forma de una idea fija y equivocada que incluso puede transformarse en una debilidad emocional inconsciente; pero cualquiera que sea la razón para esta actitud, esta claro que es debido a la soberbia obstinación y la rebeldía a los principios de moralidad personales que se debilitan los esfuerzos por alcanzar aquello que se quiere, sin entender que la felicidad no es una meta, sino el mismo camino que nos corresponde recorrer de cualquier manera, con sus retos y oportunidades de crecimiento...