CONSCIENCIA DE LOS HECHOS EN LA VIDA

En nuestro mundo existe la paradoja de que la mayoría de las enfermedades, incluso nuestras propias dificultades emocionales son producidas por nuestros estilos de vida y sin embargo, los esfuerzos personales así como nuestros recursos económicos que pueden utilizarse para la prevención de estas dos circunstancias naturales de la vida, se desvían hacia la intensión de curar las enfermedades o resolver nuestras dificultades hasta que estas se presentan... Se necesita ser "Emocionalmente Inteligente" para aceptar que podemos cambiar el patrón de pensamientos de que querer solucionar nuestras dificultades, por un esfuerzo sincero para prevenirlas, también, que existen cosas que definitivamente no podemos cambiar por que no están dentro de nuestras propias competencias y que es necesario adquirir la humildad y la sabiduría para distinguir la diferencia entre lo que podemos y lo no podemos hacer... "La inteligencia emocional" se desarrolla a partir de conocer las emociones propias, manejarlas y generar en nosotros la motivación necesaria para gestionar relaciones interpersonales saludables... 

Es importante admitir que aunque las definiciones tradicionales de inteligencia hacen hincapié en los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver problemas, existen individuos entre nosotros que sin haber demostrado un coeficiente intelectual fuera de la capacidad humana, se desenvuelven emocionalmente con tanta facilidad que nos sorprenden; de hecho, para algunos de los mejores vendedores, entrenadores deportivos, deportistas y empresarios del mundo siempre se utilizó el término de "inteligencia social" para describir su habilidad de motivarse a si mismos y motivar a otras personas.... Actualmente en la vida emocional podemos reconocer dos diferentes capacidades, por un lado la inteligencia interpersonal o capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas, así como la inteligencia intrapersonal que es la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios... Las características de la llamada "inteligencia emocional" son: La capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás... Debemos aprender a adaptarnos a la vida y evitar el deseo absurdo de que la vida se adapte a nuestros deseos egocéntricos...