Ninguno de nosotros esta exento de enfermarse físicamente debido a algún descuido o alguna negligencia de nuestra parte, lo que me parece muy interesante es que la mayoría de las enfermedades y sus malestares en el cuerpo humano se presentan antes, durante o después de alguna experiencia emocional de gran peso para quien la experimenta, es muy probable que no tengamos noticia de ello entre nuestros amigos y familiares, debido a que los seres humanos tenemos la tendencia de minimizar el poder de las emociones sobre nuestra vida física y mental... Por otro lado, también tenemos el habito de encontrar a los aparentes causantes de nuestros males en el exterior, así que únicamente un pequeño porcentaje de nosotros se atreve a hablar de sus dificultades emocionales con libertad, debido a que el miedo nos previene de averiguar acerca de nosotros mismos y el ego no cree necesario que lo hagamos... Sabemos que los profesionales en la medicina están capacitados para hablar acerca de las dificultafes de nuestro comportamiento alimenticio, hábitos de ejercicio y de los síntomas físicos de alguna enfermedad, así como proponernos un alivio; también es del conocimiento general que la psicóloga y la psiquiatría pueden ayudarnos a mejorar nuestros estados mentales y emocionales, con todas las herramientas que poseen para hacerlo, pero somos nosotros los únicos que podemos conocer y describir esos estados emocionales que alteran nuestro cuerpo y nuestra mente desde el interior...
En días pasados un compañero de profesión me explicaba que que había experimentado una noche de insomnio y pensamientos recurrentes sobre una misma idea; esta situación se la atribuía a algo que comió durante el día anterior a esa noche y que seguramente le había hecho daño, sin embargo no sabia cual había sido ese alimento... Me contó que durante esa noche tuvo mucha nausea hasta que decidió provocarse la expulsión de lo que parecía la razón de su malestar físico y mental, me describió la tranquilidad que esta acción le había proporcionado y después prosiguió a contarme algunos asuntos personales que no había tenido la oportunidad de compartir con nadie mas, debido a que los consideraba muy delicados e íntimos, pero también me dijo que no volvería a bloquear ningún impulso emocional en secreto, por que había descubierto que todo lo que el compartía y sugería en sus practicas emocionales con los demás, olvido aplicarlo en su persona, me aseguro que después de haberse liberado físicamente, se sentía mucho mejor hablando conmigo de lo que le había sucedido antes, durante y después de los síntomas físicos que había experimentado y de las ideas obsesivas de aquella noche de insomnio... Yo soy un convencido de lo importante que es siempre darnos la oportunidad de hacer una catarsis verbal con alguien de nuestra confianza de vez en cuando, ejercitarnos regularmente, cuidar nuestros hábitos alimenticios y asistir al medico al menos una vez por año, si queremos vivir libres de los síntomas enfermizos que generan los impactos emocionales en nosotros...
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