miércoles, 17 de octubre de 2012

VIGILANDO LOS DESEOS NATURALES

La mayoría de nosotros los seres humanos, nace con abundancia de deseos naturales y frecuentemente permitamos que éstos deseos excedan su propósito original, que es el mejoramiento constante de nuestra existencia... Cuando estos instintos naturales e inherentes a la humanidad nos conducen ciegamente y llegamos a exigir en una forma voluntariosa que nos proporcionen más satisfacciones o placeres de los que son posibles o debidos , seguramente nos estamos apartando del grado de tranquilidad emocional que nos conviene a nosotros y a todas aquellas personas que de una u otra manera están involucradas en nuestra vida... Esta puede ser la medida de nuestros defectos de carácter; por lo tanto es necesario desarrollar las habilidades emocionales que nos permitan superar los momentos de insatisfacción, intolerancia e impulsividad que nos llevan a la ira, la soberbia y las acciones compulsivas; es imperativo dejar de ser parte de la contaminación emocional de los ambientes sociales si queremos vivir tranquilamente y en paz con nuestro interior...

La paciencia y la tolerancia son facultades que pueden proporcionarnos la tranquilidad emocional que anhelamos cuando las cosas no van como queremos en el día, sin embargo estas habilidades no parecen ser una opción viable cuando la exigencia que ejercen en nosotros las expectativas desmesuradas acerca de las personas, las circunstancias de la vida y de nosotros mismos están actuando en nuestro interior... Para esos impulsos sentimentales es necesario detener cualquier actividad y otorgarnos unos minutos de callada expectación para hacer una reflexión realista de lo que podemos o no podemos conseguir con nuestras actitudes; esta acción puede regresarnos a la paz emocional que tanto bien nos hace... Regularmente después de unos minutos de meditación y reflexión, se experimenta una nueva perspectiva de nuestras circunstancias, que puede manifestarse por medio de un acontecimiento agradable, una idea positiva o con la presencia de otro ser humano que puede ayudarnos a superar esos instantes de tribulación emocional... Solo basta hacer un examen de nosotros mismos antes de actuar impulsivamente iracundos para reconocer que esta actitud no ha funcionado para nosotros con anterioridad, así que: Pare, Reflexione y Corrija...

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