Es en la niñez en donde el miedo genera la mayoría de nuestras angustias, y en algunos casos estas llegan a ser tan insoportables que nos transforman en individuos neuróticos y agresivos... Algunos de estos individuos disfrazados de estresados personajes, llegan en ocasiones al convencimiento de que es muy difícil encajar en cualquier parte sin la seguridad imaginaria que les proporciona el poder, el dinero y el reconocimiento de los demás... Estas personas al igual que algunos de nosotros toman el camino de prometerse a si mismos que jamás se contentaran con ser de segunda categoría y así con esta decisión parece que tenemos que sobresalir en todo lo que decidimos hacer, ya sea trabajo, relaciones interpersonales o diversión... A medida que esta atractiva fórmula para lograr una vida feliz empieza a tener éxito, según la definición del éxito que se tenga, entonces, podemos encontrarnos por fin, delirantes de felicidad... Sin embargo, cuando en ocasiones el fracaso nos asalta en alguna empresa, nos llegamos a sentir inundados de un resentimiento y una depresión que sólo pueden aliviarse con la próxima victoria...
Por consiguiente, desde muy temprano en nuestras vidas algunos de nosotros llegamos a valorar todo en términos de victoria o fracaso, todo o nada... La única satisfacción en estas circunstancias es ganar... Este es un falso antídoto contra el miedo y tarde o temprano se convierte en un habito cada vez más arraigado y que puede perseguirnos toda la vida; de hecho, lo que para algunas personas representa la lucha diaria por la vida, es realmente una manifestación de la profunda insatisfacción por no poder hacer su voluntad... Aunque esta acostumbrada forma de reaccionar ante el miedo es muy común, hay otras muchas posturas que la gente suele adoptar... A decir verdad, las formas en que el temor se manifiesta y los problemas que entraña cada uno de nuestros miedos son tan numerosos y tan complejos que no seria posible considerar a detalle ninguno de ellos en estos breves artículos de HERRAMIENTAS EMOCIONALES...! Tenemos que contentarnos con repasar aquellos recursos y principios emocionales que tal vez nos hagan posible enfrentarnos al temor en sus diversos aspectos; debemos ser serenos, valientes y comprensivos ante cualquier adversidad, aun a pesar del miedo...
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