Alcanzar la mayoría de edad no significa madurez, ni que se es inteligente emocionalmente... Y aun que algunos individuos hayan logrado destacar en la escuela con buenas calificaciones o que hayan alcanzado la riqueza económica, eso únicamente nos aclara que es probable que su capacidad intelectual se haya desarrollado por encima de la nuestra, pero no significa que su vida sea mesurada en sus relaciones intrapersonal e interpersonales... Aprender a interactuar coherentemente y en armonía con los demás, puede significar el conocimiento del amor y esto representa ser caritativo (a), comprehensivo (a) y mesurado (a) en el carácter... La inteligencia emocional nos permite comprender que el bien-estar económico y la compañía de una o mas personas no siempre significan seguridad, aun que las personas nos amen; también nos permite ser conscientes y aceptar que el amor no es un contrato, aunque por escrito el compromiso emocional es mejor...
Llegar a comprender que el cariño no se compra con regalos y que el amor no se basa en promesas de palabra y si en acciones, es un beneficio de la inteligencia emocional... Por lo tanto, en la practica de esta facultad se puede aprender a aceptar las derrotas con buen animo, la frente arriba y la vista al frente, con la fortaleza de un adulto y la gracia de un niño, se aprende que hoy, podemos construir todos los caminos con conciencia, evitando en lo posible preocuparnos por lo que pudiera pasar mas adelante, porque el terreno del mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de empujarnos a caer en la preocupación y el temor... Después de un tiempo, se aprende que el sol puede enfermar sí te quedas expuesto a él por mucho rato y que no importa cuanto a nosotros nos interesen las cosas, hay algunas personas a las que simplemente no les importa lo que para nosotros es imprescindible y tiene sentido, con la experiencia se puede llegar a aceptar que las personas buenas podrían herirnos alguna vez y que el único camino a seguir es perdonarlas por eso... Se aprende que hablando con amor y honestidad se pueden aliviar los dolores del alma, en lugar de bloquear las emociones, se acepta que nuestros padres tenían razón en algunas cosas que nosotros negamos como adolescentes, en fin, se llega a madurar emocionalmente...
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