martes, 9 de octubre de 2012

PREFIERO QUE ME AMEN, A TENER LA RAZÓN


Todos nosotros tenemos a siete inquilinos que habitan en nuestra casa y estos invasores no permiten que se les expulse de nuestro hábitat sin dar una gran batalla, estos salteadores rapaces son los siete defectos de carácter, la soberbia, la ira, la envidia, la avaricia, la pereza la gula y la lujuria... Así como los cuatro elementos naturales, el agua, el fuego, el aire y la tierra son tan poderosos que los seres humanos no los podemos controlar o conquistar en su totalidad, así es la naturaleza de nuestros defectos de carácter; estos necesitan ser diluidos con la practica de las habilidades emocionales que hayamos adquirido mediante las experiencias personales o a través de la observación que hagamos sobre los hombres y mujeres que por sus características estén en la posibilidad de enseñarnos y entrenarnos para cumplir con esta tarea... Esta experiencia puede hacer de nosotros mejores personas cada día... Es un hecho que expresar las cosas como yo las quiero es bueno, pero es mejor decirlas como me gustaría escucharlas, esta actitud ciertamente puede evitarnos muchas dificultades, sobre todo cuando queremos por encima de todas las cosas tener la razón acerca de algún tema....


De hecho en nuestra comunicación intrapersonal debemos ser muy cuidadosos también, por que para tener un conflicto emocional no son necesarias dos personas, solamente hace falta ser lo suficientemente incoherente por unos instantes como para no poner de acuerdo nuestros pensamientos con nuestras emociones y acciones... Para algunos individuos es imprescindible tener primero algún soporte material, para poder llevar a la practica cualquier acción, según sus conceptos el tener es primero y luego hacer, debido a que creen que eso, les hace valer como personas ante los demás y así justifican su percepción del ser... Eso significa falta de coherencia... Es importante darnos cuenta de que tres grandes fuerzas imperan en el universo, la positiva, la negativa y la neutral, sin embargo, "El Verdadero Poder", reside en lo neutral, en el justo medio, en la mesura, en el tono gris de las relaciones, es decir, ni el blanco, ni en el negro... El Poder reside en el tono balanceado, no es necesario tener la razón todo el tiempo, lo que si es importante es alimentar el amor, el cariño y el afecto que los demás sienten por nosotros y lo que nosotros sentimos por ellos y ellas... Hoy es un buen día para observar la blancura de una hoja, en lugar de mirar al punto negro que alguien dibujo, en la hoja blanca...

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