lunes, 14 de enero de 2013

ENTUSIASMO, INGREDIENTE ELEMENTAL DEL PROGRESO PERSONAL


Podemos gozar de las facultades emocionales de la fe y la esperanza, y aun así mantenernos al margen de nuestros defectos de carácter que pueden sabotear el deseo por lograr nuestros objetivos personales... Si queremos mejorar en cualquier ámbito de nuestra vida es imperativo desarrollar la capacidad del entusiasmo, esta capacidad es la habilidad emocional de los hombres y mujeres de acción, es esa sensación anímica que nos provoca a intentar una y otra vez cualquier tarea necesaria para alcanzar las metas que nos hayamos fijado; esta habilidad emocional del entusiasmo puede ser generada y desarrollada en cada ser humano a partir de acciones simples, movimientos sencillos, solamente hace falta empezar a actuar para darnos cuenta de que podemos hacer las cosas aun a pesar de la pereza y el temor... Cualquier persona que haya superado en su vida algún temor o circunstancia, seguramente puede atestiguar que antes de empezar parecía una tarea difícil, quizá hasta imposible de superar, hasta que empezó a moverse, hasta que comenzó a llevar a acabo las tareas necesarias para conseguir mejoras físicas, mentales, emocionales o materiales; esta capacidad del entusiasmo se genera y desarrolla con acción... De hecho, existe un dicho histórico y literario que argumenta de parte del "poder infinito y superior" la frase: "Ayúdate, que yo te ayudare"...

Así que si todavía no se han empezado a realizar los propósitos para este año o se esta pensando en renunciar por alguna razón a bajar de peso, a ejercitarse físicamente o a dejar de una vez por todas algún habito malsano, quizá sea el momento de considerar que el entusiasmo para empezar o seguir avanzando hacia nuestras metas, se adquiere a partir de las acciones simples y sencillas que nos encaminen a nuestros objetivos personales... Yo personalmente he experimentado el desanimo cuando por alguna razón no asisto al GYM por la mañana, pues en ese caso quiero hacerlo por la tarde, quizá hago planes para comer temprano, tomar una siesta de quince o veinte minutos para entonces ir a ejercitarme, sin embargo, algunas veces una voz interior trata de convencerme de que tal vez me estoy sobre-entrenando o que tengo algo mejor que hacer que sentirme bien y mejorar físicamente; así que para sobreponerme a estos embates de negatividad empiezo por ponerme la ropa deportiva, tomo mis llaves y mi toalla y empiezo a dirigirme hacia el gimnasio mientras la voz sigue tratando de convencerme de no hacerlo, una vez ahí, me subo a la maquina elíptica y después de unos minutos la voz interior que ha intentado convencerme de no ejercitarme por varias absurdas razones, comienza a disiparse y eventualmente el entusiasmo generado en mi, acalla cualquier pensamiento equivocado...

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