miércoles, 9 de enero de 2013

PLANIFICAR EL FUTURO, MODERANDO LAS EXPECTATIVAS


Durante una reunión de amigos hace unos días me di la oportunidad de platicar con una dama que me pregunto durante nuestra conversación, que cuales eran mis metas para este año, a lo que conteste que mis metas eran muy sencillas, porque realmente lo que mas deseo para este ciclo es ser mejor en lo que hago cada día, aparte de algunos logros materiales y académicos que tengo en mente y que quiero alcanzar, pero que definitivamente pretendo esperar el momento, la oportunidad y el lugar para hacer lo que me corresponde en el cumplimiento de mis objetivos antes de considerar el preocuparme de como le voy a hacer para alcanzarlos, a lo que ella respondió: ¿Pero como, realmente no te obsesionas por lograr lo que quieres? ¿Alguna vez planeas tus metas estableciendo fechas para su cumplimiento? Me parece que tus planes tienen un toque de mediocridad si me permites el atrevimiento, dijo... Obviamente me sorprendió el hecho de que me infiriera tal opinión, pues acabábamos de conocernos, sin embargo, reconozco que a lo largo de mi vida me he topado con algunas personas tan audaces como ella en ese momento y por esa razón con tranquilidad le compartí los motivos por los cuales yo pienso, creo y actúo de esta manera, con los siguientes argumentos: 

Estoy seguro que la planeación y la planificación de las metas para cada persona son ingredientes indispensables en el mapa metal y emocional que nos conduce a lograr los objetivos que nos marcan los demás o que nosotros marcamos en nuestras vidas por decisión propia, por lo tanto, claro que tengo en mente y por escrito lo que deseo para cada ciclo, incluso he considerado los tiempos en los que me gustaría que se realizaran mis sueños, sin embargo, lo que yo no creo justo para nuestra personalidad, es perder la paz emocional cuando algunos de nuestros objetivos no se alcanzan en base a las expectativas que se hayan marcado para su cumplimiento, es decir, si planeo y planifico las tareas a realizar para cada objetivo que deseo alcanzar y procuro en lo posible que mi carácter no interfiera con el logro de dichas metas, para lo cual tengo siempre en mente y en practica la mesura de mis expectativas hacia las personas, las cosas y las circunstancias que pudieran entorpecer de cualquier manera posible mi trabajo personal y así me evito una mayor cantidad de frustraciones... El adoptar estas actitudes un tanto fatalistas, pueden si así lo queremos, mantenernos libres de la frustración e intolerancia que provocan en algunas personas los fracasos o la postergación de algunos logros importantes en la vida de cada hombre o mujer que se dice un verdadero emprendedor (a)...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario...!