Algunas personas invierten todos sus ahorros de un año y viajan cientos o miles de kilómetros de distancia con la única intención de disfrutar de las montañas, la nieve o del mar por unos días mientras se divierten viendo a su familia o amigos pasar tiempo de calidad en agradable compañía, otros utilizan el mismo tiempo y lugar en sus vacaciones para quejarse de lo difícil que es la vida hoy en día y lo mucho que les cuesta ganar dinero en sus lugares de origen, como para darse un lujo como el que están disfrutando en el momento... Como se puede observar los dos tipos de personalidades se encuentran en tiempos y espacios similares, pero sus perspectivas son completamente diferentes debido a que tienen parámetros distintos entre si para valorar sus vidas... Es imperativo mejorar la valoración efectiva de los momentos y las personas que son verdaderamente importantes en la vida, así como las razones por las cuales pensamos, sentimos y hacemos lo que hacemos, si queremos disfrutar de los beneficios de una salud física, mental y emocional que integren coherentemente nuestro carácter y personalidad...
Habemos también quienes somos lo suficientemente afortunados como para caminar solamente algunos minutos para llegar a la playa y maravillarnos con el poder de la grandeza natural de nuestro creador, pero como no tiene costo o gran esfuerzo hacerlo, nos olvidamos de lo benéfico que esto puede ser para nuestros estados emocionales, de hecho, damos por sentado que lo que nos gusta, nos beneficia y nos pertenece por herencia natural estará siempre ahí para cuando tengamos tiempo, quizá la pereza o los pensamientos melancólicos y depresivos acompañados de negatividad sean mas atractivos que lo saludable, sin embargo, este es un buen momento para cambiar los paradigmas que nos sirven como parámetros de valoración para nuestra vida, el tiempo cobra la factura eventualmente a todos y cada uno de nosotros, el no saber valorar adecuadamente la existencia regularmente termina diluyendo el amor, el cariño y el afecto, que son algunas de las facultades del alma; y como sabemos, es imposible dar lo que no se tiene, por lo tanto, debemos de considerar el valorar nuestra vida, a la familia, a los amigos y nosotros mismos en la justa medida... El ejercitarnos física, mental y emocionalmente nos proporciona parámetros favorables y convenientes; hagamos esto por nosotros y por aquellos con quienes hemos decidido compartir nuestra existencia...
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