sábado, 17 de agosto de 2013

EL ÉXITO Y SU INEVITABLE REALIDAD

La pereza, el temor y la falta de entusiasmo son los ingredientes indispensables para la mediocridad; estos contaminantes emocionales encuentran sus maneras perfectamente justificadas por su propia lógica para criticar mordazmente a los hombres y mujeres que con éxito han logrado vencer sus propios obstáculos en la vida para llevar a la practica un estilo de vivir que les permite realizarse venturosamente en los diferentes ambientes sociales en donde interactúan... Para quien se encuentra inmerso en una depresión obligada por los elementos nocivos antes mencionados, es muy sencillo expresar cualquier tipo de opiniones negativas con respecto a todo aquel esfuerzo, tiempo y dinero invertidos por las personas que se han determinado un día a la vez a tener éxito en el derrotero de su propia existencia e invariablemente aquellos individuos que toman a diario la decisión de tener éxito para ese día, deben enfrentar no solamente los retos de las tareas que se les han encomendado o aquellas que han escogido por libre albedrío, sino también tienen que aprender a tolerar y sobreponerse a la critica de las personas que por decisión propia permanecen estancadas ante la vida... 

Dentro de los diferentes tipos de personalidad individual existen tres de ellos que en particular me llaman mucho la atención: El tercero esta compuesto por las personas que escuchan que el mundo se esta moviendo y transformando, el segundo se conforma por aquellos individuos hombres y mujeres que están observando como el mundo y su entorno esta cambiando para mejorar sin que ellos hagan nada y el grupo numero uno esta constituido por todos los seres humanos que aun a pesar de sus propias limitaciones están logrando con sus capacidades personales y habilidades individuales que su propio entorno mejore practicando principios físicos, mentales, emocionales y espirituales saludables... El éxito, la libertad, la felicidad y la alegría son algunas de las decisiones que se llevan a la practica un día a la vez y estas determinaciones las toma cada persona individualmente y por separado al empezar cada jornada de la vida... Toma el mismo tiempo y esfuerzo generar actitudes negativas que positivas, así que la decisión a determinar cada mañana constituye una simple opción, ¿como me quiero sentir al final de la jornada del día? La respuesta a esta pregunta tiene que salir del pensamiento individual para transformarse en acciones, palabras, ideas y actitudes positivas que nos generen todo aquello que nos conviene...

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