lunes, 5 de agosto de 2013

UNA CAPACIDAD QUE SE DESARROLLA INDIVIDUALMENTE

"Para mi nada de lo que tu hagas es suficiente", esta frase regularmente se queda en un pensamiento, muy pocas personas se atreven a expresarla de viva voz y sin embargo, es uno de los motivos mas comunes del resentimiento en las relaciones interpersonales... Hace unos días mientras esperaba mi turno para ser atendido por la cajera de un supermercado, escuche los gritos de una mujer de aproximadamente veinticinco años de edad, dirigiendo su alharaca hacia un pequeño niño, aparentemente su hijo; sus palabras eran una serie de insultos de los cuales no quiero ni hablar; lo que si quiero destacar de este escenario de la vida diaria, es que la gritería terminó con una frase que me sorprendió, sobre todo por el impacto que puede tener en una persona en la niñez: "No me importa lo que pienses, trágate tus ideas por que en este momento no tenemos dinero para comprar eso"... En ese instante me molestó mucho la insensibilidad, la intolerancia y la falta de empatía que podemos tener los adultos con respecto a las ideas y necesidades de los niños y niñas que forman parte fundamental de nuestras vidas...

Estoy convencido de que el contenido de las palabras que utilizamos para comunicarnos con nuestros semejantes, determina la calidad de nuestras propias ideas y aspiraciones, así como la madurez en nuestras relaciones interpersonales; ademas de que nuestro léxico da testimonio del nivel de humildad y bondad en nuestro carácter y no necesariamente de la educación intelectual... ¿Que puede motivar a un ser humano a deslindarse de la responsabilidad que por si mismo (a) haya adquirido al traer a la vida a otro ser humano? La respuesta puede estar en el terreno de la consciencia o la inconsciencia en algunos caos y su relación con el sano juicio; si bien es cierto que existen carencias naturales que pueden motivar a algunos individuos a la neurosis, también es cierto que la abundancia emocional otorga la capacidad de amar aun a pesar de las carencias materiales... El amor y el sufrimiento son los únicos diciplinadores que necesitamos los seres humanos, la capacidad de amar diluye la ira, el resentimiento, la culpa, el sarcasmo y todos esos defectos de carácter que nos motivan a sufrir y que nos sirven para impregnar del virus del estrés nuestra lengua antes de esgrimirla como una espada de dos filos en contra de nuestros semejantes; procurar que nuestra capacidad de amar vaya en aumento, es una tarea de todos los días en nuestras vidas y "Hoy es un buen día para ejercitar nuestras habilidades emocionales para el amor"...

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