sábado, 31 de agosto de 2013

LAS PREOCUPACIONES SON LA ANTESALA DE LA ACCIÓN

Querer tener siempre la razón es el origen de nuestras justificaciones, claro que justificaciones a nuestras actitudes; este comportamiento regularmente daña a la pareja, a las personas que mas nos quieren o aquellas personas que simplemente nos estiman de algún modo... Inventar excusas para no cumplir con las propias responsabilidades en el trabajo, la escuela, la familia, el deporte o con los amigos ha sido siempre una manera sencilla de aplazar el progreso personal... Admitir y corregir nuestras conductas dañinas nos permite mejorar emocionalmente; debemos evitar las quejas en cada oportunidad, especialmente las que tienen que ver con lo que no tenemos, lo que no hemos podido lograr en la vida, por la gente que no hace lo que creemos que debe de hacer, por todo y por nada; esta actitud debe detenerse y corregirse si deseamos mejorar en nuestras relaciones interpersonales...

Lo verdaderamente desconcertante de las persistentes quejas y excusas es que también nos llegamos a molestar por que se nos agobia con cariño o por que se nos ama de una forma diferente a la que esperamos, este comportamiento deteriora nuestra capacidad de interacción con las demás personas, nos pone a merced de emociones inciertas que increíblemente podemos percibir con facilidad en cualquier otra gente, pero soberbiamente nos negamos a aceptar que somos parte de estas conductas también... Evitar las excusas para justificar nuestras faltas y admitir nuestros propios errores para inmediatamente después corregirlos, ayuda a eliminar la idea de quejarnos y nos abre la puerta para mejorar en cualquier actividad que requiera de nuestra atención e intención completas, nos habilita para "dejar de preocuparnos y empezar a ocuparnos" de lo que realmente vale la pena por hacer en la vida; "acción" es la palabra mágica...

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