jueves, 1 de noviembre de 2012

DEMOS DE NOSOTROS CON LARGUEZA EN ESTA VIDA

En mi etapa de adolescente tuve la oportunidad de compartir una experiencia de gran peso emocional con un compañero de la escuela preparatoria, y que ademas en esa época era mi mejor amigo; fue un suceso que puede resultar muy doloroso para quien no ha hecho lo correcto... Y es que a la edad de diecisiete años yo estuve presente en el funeral de la madre de mi amigo; y aunque todos los seres humanos tenemos que pasar por este proceso natural de la vida; en aquel momento, entre las características típicas de la adolescencia y la falta de cultura emocional, uno esperaría que toda la gente reaccione mas o menos de la misma manera a este tipo de acontecimientos, sin embargo, en este caso en particular, me di cuenta años mas tarde, después de analizar el comportamiento de mi amigo en esos momentos y haber escuchado la explicación a sus actitudes en su propia voz, de que si existe gente que es naturalmente equilibrada y coherente... Quiero compartirles lo siguiente, con el permiso de mi amigo... La mañana después de pasar la noche en vela junto al cuerpo de su madre en la funeraria, nos dirigimos al panteón en compañía de la familia y los amigos que apreciaban a la señora... Y esto fue lo que ocurrió: Durante la velación de la noche anterior, el cortejo fúnebre de la mañana siguiente y en el momento del entierro, solamente vi a mi amigo derramar un par de lagrimas, dándome una muestra de la  tranquilidad que experimenta aquel hombre o mujer que sabe que ha hecho lo correcto desde el principio...

Exactamente un año después al sepelio de su mama, me atreví a preguntar a mi amigo: -¿Como fue posible que te mantuvieras integro durante toda la experiencia que vivimos antes, durante y después del entierro de tu madre?, yo creí que harías lo mismo que esas dos personas que saltaron sobre el ataúd convertidos en un mar de lagrimas, exclamando su dolor a gritos y sin recatarse de nadie... Su respuesta me sorprendió; y fue la siguiente: - Desde que era pequeño ame y respete a mi madre conscientemente, yo quería darle lo mejor de mi en todo momento, y ademas lo hice, porque desde niño y debido a la falta de mi padre, comprendí que eso era lo correcto, mientras que tuviera yo la oportunidad de disfrutarla en vida, por lo tanto, siempre he estado confiado de que a mi madre le di el amor y el respeto que se puede y debe dar en vida... Estoy convencido de que no sirve de nada lo que hicieron esas dos personas que tu viste quejarse con tanto ruido, pues nunca estuvieron presentes  cuando mi madre los necesitaba, aunque eran también sus hijos; de hecho, yo no los conocía muy bien tampoco... Así que te digo amigo mío, lo mejor de nosotros es ahora, mientras aun estamos en este viaje de vida tan maravilloso, este es el momento perfecto para hacer esa llamada que hemos postergado durante tanto tiempo o visitar a quien tenemos que ver y reparar nuestras relaciones interpersonales con amor; que por cierto, vale decir que no es solo un concepto de psicología, sino una acción natural de los seres humanos que han aprendido a hacer lo correcto en el momento justo...

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