TODOS MERECEMOS ENCONTRAR A ALGUIEN CON QUIEN COMPARTIR LA VIDA

La desilusión, el desengaño o decepción, caracterizan nuestra experiencia cuando algo falla en la respuesta a nuestras expectativas acerca de cualquier persona, circunstancia de la vida o incluso acerca de nosotros mismos... Y ocurre exactamente lo mismo con las expectativas fincadas por la definición personal que cada uno tiene sobre el amor fraterno, en este aspecto de la vida no podría ser diferente cuando se pretende encontrar a esa persona con quien compartir nuestra existencia... Es impresionante reconocer que podemos pasar toda una vida preparándonos para el momento en que aparezca el hombre o la mujer que posea todas las características físicas, sentimentales, de pensamiento y de capacidad económica que hemos estado imaginando para entablar una relación de pareja; la dificultad en este aspecto para la mayoría de los seres humanos, parece estar en que nuestras expectativas regularmente se basan en las influencias ideológicas que los diferentes ambientes sociales han sembrado en nuestra mentalidad, desde el seno familiar, la escuela, el grupo de amigos y la sociedad que abraza las campañas publicitarias de mercadotecnia... Hemos llegado a creer que de no cumplir con lo que la gente o los ambientes sociales esperan de nosotros y nuestras relaciones sentimentales, habremos fracasado, sin embargo, yo creo que todos merecemos encontrar a alguien con quien compartir la vida...

Debemos admitir que la aparente falta de éxito en el amor, esta fundamentada en los términos de los demás y no en los nuestros; en realidad, esa percepción del amor fraterno para formar una pareja, esta muy lejos de lo que el universo de posibilidades alberga para cada uno de nosotros... Mantener la esperanza, el entusiasmo, el don de dar de nosotros mismos y la disponibilidad emocional para involucrarnos en una relación de pareja, son habilidades emocionales que debemos desarrollar antes y durante el periodo de cortejo y conocimiento de la otra persona, y esto en mi opinión, puede durar toda la vida; es importante tomar en cuenta, que nuestra existencia no se basa únicamente en lo que tu tienes para darme, ofrecerme, prometerme o cumplirme, debemos estar dispuestos a invertir tiempo dinero y esfuerzo para formar la relación que queremos y no solamente eso, sino también llevarlo a acabo y dejar de pensar que?, cuanto?, y como?, podemos obtener lo que tanto anhelamos de la otra persona de quien deseamos enamorarnos, así que debemos abrir el abanico de posibilidades a nuestro alcance y estar dispuestos a ceder en nuestras exigencias, pues lo que se posee en este momento, con respecto a las emociones de seguridad material, de salud física y de amor, por mucho o poco que sea, ya esta con nosotros sin hacer nada, así que hagamos algo que aunque no sea lo que nos gusta, realmente sea lo que nos conviene, para llegar al final de nuestros días en la dulce y gratificante compañía de alguien que nos ame por lo que somos en realidad y que nos procure como queremos hacerlo por ella o por el...