lunes, 5 de noviembre de 2012

EVITANDO LAS EXCUSAS

Querer tener siempre la razón es el origen de nuestras justificaciones, claro que justificaciones a nuestras actitudes; comportamientos que regularmente dañan a las personas que mas nos quieren o que simplemente nos estiman de algún modo... Inventar excusas para no cumplir con las responsabilidades en el trabajo, la escuela, la familia, el deporte o con los amigos ha sido siempre una manera sencilla de aplazar el progreso emocional... Admitir y corregir nuestras conductas dañinas nos permite mejorar emocionalmente, evitando nuestras quejas en cada oportunidad por lo que no tenemos, por lo que no hemos podido lograr en la vida, por que la gente no hace lo que creemos que debe de hacer, por todo y por nada, pero nos quejamos; y estos comportamiento deben detenerse y corregirse si deseamos mejorar...

Lo verdaderamente desconcertante de las persistentes quejas y excusas, es que también nos llegamos a molestar por que se nos agobia con cariño o por que no se nos ama como esperamos, este comportamiento deteriora nuestra capacidad de interacción con los demás, nos pone a merced de emociones inciertas que increíblemente podemos percibir con facilidad en cualquier otra persona, pero con soberbia nos negamos a aceptar que somos parte de estas conductas también... Evitar las excusas para justificar nuestras faltas y admitir nuestros propios errores para inmediatamente después corregirlos, elimina la idea de quejarnos y nos abre la puerta para mejorar en cualquier actividad que requiera de nuestra atención e intención completas, nos habilita para dejar de preocuparnos y empezar a ocuparnos de lo que realmente vale la pena por hacer en la vida...

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