Valorar la vida en función de los logros materiales, ha demostrado tener un muy buen resultado en las diferentes épocas del ser humano, porque satisface algunos de nuestros mas preciados instintos naturales, sin embargo, cuando de valorar la existencia personal se trata, sin contar con las ropas que vestimos o todo aquello que hayamos alcanzado a acumular materialmente, debemos de considerar el hacer una observación minuciosa de las condiciones físicas, mentales, emocionales y espirituales que estamos experimentando en este momento... Seguramente descubriremos que algo esta faltando y que necesariamente tiene que ver con la tranquilidad emocional, y como no habría de ser, si todo lo que representa beneficios del tipo material siempre esta relacionado con el ego, y aunque el ego es nuestro mejor aliado en el mejoramiento personal, también puede ser nuestro mas severo disciplinador a través del dolor e incluso hasta llegar a el sufrimiento, por que cuando nuestras expectativas de seguridad material, sexual o intelectuales no se cumplen, la frustración toma su oportunidad para estresarnos y quizá hasta enfermarnos; yo creo que la pregunta principal que deberíamos hacernos es: ¿porque sufrimos las personas?...
Falta de aceptación puede ser nuestra respuesta, admitirnos a nosotros físicamente, a las personas con quienes convivimos, a las circunstancias de la vida y a todo lo demás tal como se experimentan en este momento, representa un bocado muy difícil de tragar, sobre todo cuando hemos estado habituados (as) por tanto tiempo a alimentar el ego con la soberbia de la competencia, la avaricia de los logros, la envidia a los demás, la ira que provoca el no lograr lo que se quiere y que tanto se ansia; estamos acercándonos a un momento muy importante en la era del hombre y en verdad creo que existe una consciencia colectiva que esta a punto de cambiar para el bien de la humanidad, es una transformación de valores muy necesaria y que mucha gente a venido deseando ya por algún tiempo; debemos estar dispuestos a adaptarnos a esta mutación de perspectivas acerca de la vida para poder disfrutar de los detalles mas simples y sencillos que no cuestan nada, que son parte de la naturaleza de los diferentes lugares en donde se vive, disfrutemos de un helado frente al mar, de la mano de quien nos ama demos un paseo por el campo o por el parque, tomemos un cafe y tengamos una buena charla acerca de la infancia en compañía de la familia o los amigos, porque esas actividades si llenan las expectativas de nuestra existencia, aceptemos que este es solo un instante en el reloj del universo que constantemente esta cambiando, disfrutemos de lo sencillo, de lo simple, un día a la vez, paso a paso y con alegría...
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