Tal como se lleva a la practica el perdón a nosotros y a nuestros semejantes, se puede llevar a la practica la gratitud... La gratitud es una facultad emocional que todos conocemos de palabra y de sentimiento, sin embargo, esta facultad alcanza su máxima efectividad cuando se lleva a la practica; quiero compartir con ustedes algunas impresiones a este respecto... Durante una charla de café un hombre que fungió como mi mentor durante algunos años me hizo una sugerencia que me dejo asombrado, me dijo: -Vas a encontrar en tu camino a personas que se han olvidado que sus padres les dieron la vida y que debido a un acto de amor, hoy pueden disfrutar la existencia que ellos mismos eligieron para si, estos hombres o mujeres probablemente te dirán que sus padres ya vivieron lo que les tocaba y que deben ayudarse con sus propios medios, porque ahora es turno de los mas jóvenes para vivir y disfrutar, también te dirán que no les alcanza con lo que ganan en sus trabajos para apoyar económicamente a sus padres y que sus familias actuales merecen prioridad sobre esos viejos... Probablemente los veras disfrutar de algunos lujos que ellos mismos alegan haberse ganado con el sudor de su frente y que se lo merecen aunque sus padres tengan dificultades para cubrir sus gastos básicos, porque en su opinión egocéntrica y característica de un (a) adolescente, aunque no lo sean, los viejos ya tuvieron su oportunidad y no la hicieron debidamente...
Es desafortunado tener que reconocer que únicamente cuando los seres humanos nos encontramos en medio de la dificultad es cuando realmente valoramos la presencia de quienes nos dieron la vida y nos cuidaron cuando enfermábamos de gripe u otras cosas, nos vistieron y alimentaron en la medida de sus propias capacidades para que nosotros pudiéramos escoger entre ser lo que hoy somos o cualquier otra cosa, bajo nuestros propios conceptos... Y es que se nos olvida que para ser agradecidos, no basta decirlo solamente, debemos hacer algo que reivindique nuestros pensamientos y emociones de gratitud... Escuche atentamente las palabras de mi mentor y después de unos momentos de silencio y reflexión de mi parte, mi amigo continuo diciendo: -Si tu quieres mantener la frente en alto a lo largo de tu paso por esta vida, es imperativo que vivas libre de culpas y resentimientos, debes practicar la gratitud... Te digo esto porque también escucharas a quien dice que no encuentra las palabras para agradecer el apoyo que haya recibido de cualquier persona o institución; que se le llena el corazón de gratitud por formar parte de una bonita familia, de un exitoso equipo deportivo, de buen equipo de trabajo o de un divertido y saludable grupo social, pero lo dirá de dientes para afuera, porque no hará nada al respecto, por lo tanto jamás desarrollara la gratitud como facultad emocional... Así que te sugiero que entregues lo mejor de ti y devuelvas la dádiva de vida que recibiste de tus padres, y si ya no estuvieran o no la hicieron como tu hubieras querido, busca a alguien para quien puedas ser servicial y redirige tu tiempo dinero y esfuerzo al mejoramiento de la humanidad, los tuyos y de tu propia vida vida...
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